viernes, 6 de mayo de 2011

INTELIGENCIA EMOCIONAL

Inteligencia emocional

De Wikipedia, la enciclopedia libre
La inteligencia emocional es la capacidad para reconocer sentimientos propios y ajenos, y la habilidad para manejarlos. El término fue popularizado por Daniel Goleman, con su célebre libro: Emotional Intelligence, publicado en 1995. Goleman estima que la inteligencia emocional se puede organizar en cinco capacidades: conocer las emociones y sentimientos propios, manejarlos, reconocerlos, crear la propia motivación, y gestionar las relaciones.
Orígenes del concepto
El uso más lejano de un concepto similar al de inteligencia emocional se remonta a Charles Darwin, que indicó en sus trabajos la importancia de la expresión emocional para la supervivencia y la adaptación. Aunque las definiciones tradicionales de inteligencia hacen hincapié en los aspectos cognitivos, tales como la memoria y la capacidad de resolver problemas, varios influyentes investigadores en el ámbito del estudio de la inteligencia comienzan a reconocer la importancia de los aspectos no cognitivos. Thorndike, en 1920, utilizó el término inteligencia social para describir la habilidad de comprender y motivar a otras personas. David Wechsler en 1940, describe la influencia de factores no intelectivos sobre el comportamiento inteligente, y sostiene, además, que nuestros modelos de inteligencia no serán completos hasta que no puedan describir adecuadamente estos factores.
En 1983, Howard Gardner, en su Teoría de las inteligencias múltiples Frames of Mind: The Theory of Multiple Intelligences introdujo la idea de incluir tanto la inteligencia interpersonal (la capacidad para comprender las intenciones, motivaciones y deseos de otras personas) y la inteligencia intrapersonal (la capacidad para comprenderse uno mismo, apreciar los sentimientos, temores y motivaciones propios). Para Gardner, los indicadores de inteligencia, como el CI, no explican plenamente la capacidad cognitiva. Por lo tanto, aunque los nombres dados al concepto han variado, existe una creencia común de que las definiciones tradicionales de inteligencia no dan una explicación exhaustiva de sus características.
El primer uso del término inteligencia emocional generalmente es atribuido a Wayne Payne, citado en su tesis doctoral: Un estudio de las emociones: El desarrollo de la inteligencia emocional, de 1985.[4] Sin embargo, el término "inteligencia emocional" había aparecido antes en textos de Leuner (1966). Greenspan también presentó en 1989 un modelo de IE, seguido por Salovey y Mayer (1990) y Goleman (1995).
La relevancia de las emociones en los resultados del trabajo, la investigación sobre el tema siguió ganando impulso, pero no fue hasta la publicación del célebre libro de Daniel Goleman: Inteligencia Emocional: ¿Por qué puede importar más que el concepto de cociente intelectual?, que se convirtió en muy popular. Un relevante artículo de Nancy Gibbs en la revista Time, en 1995, del libro de Goleman fue el primer medio de comunicación interesado en la IE. Posteriormente, los artículos de la IE comenzaron a aparecer cada vez con mayor frecuencia a través de una amplia gama de entidades académicas y puntos de venta populares.
Para comprender el gran poder de las emociones sobre la mente pensante —y la causa del frecuente conflicto existente entre los sentimientos y la razón— debemos considerar la forma en que ha evolucionado el cerebro.
La región más primitiva del cerebro es el tronco encefálico, que regula las funciones vitales básicas, como la respiración o el metabolismo, y lo compartimos con todas aquellas especies que disponen de sistema nervioso, aunque sea muy rudimentario. De este cerebro primitivo emergieron los centros emocionales que, millones de años más tarde, dieron lugar al cerebro pensante: el neocórtex. El hecho de que el cerebro emocional sea muy anterior al racional y que éste sea una derivación de aquél, revela con claridad las auténticas relaciones existentes entre el pensamiento y el sentimiento.
El neocórtex permite un aumento de la sutileza y la complejidad de la vida emocional, aunque no gobierna la totalidad de la vida emocional porque, en estos asuntos, delega su cometido en el sistema límbico. Esto es lo que confiere a los centros de la emoción un poder extraordinario para influir en el funcionamiento global del cerebro, incluyendo a los centros del pensamiento.[]
La amígdala cerebral y el hipocampo fueron dos piezas clave del primitivo «cerebro olfativo» que, a lo largo del proceso evolutivo, terminó dando origen al córtex y posteriormente al neocórtex. La amígdala está especializada en las cuestiones emocionales y se la considera una estructura límbica muy ligada a los procesos del aprendizaje y la memoria. Constituye una especie de depósito de la memoria emocional. Es la encargada de activar la secreción de dosis masivas de noradrenalina, que estimula los sentidos y pone al cerebro en estado de alerta.
LeDoux descubrió que la primera zona cerebral por la que pasan las señales sensoriales procedentes de los ojos o de los oídos es el tálamo y, a partir de ahí y a través de una sola sinapsis, la amígdala. Otra vía procedente del tálamo lleva la señal hasta el neocórtex —el cerebro pensante—, permitiendo que la amígdala comience a responder antes de que el neocórtex haya ponderado la información. Según LeDoux: «anatómicamente hablando, el sistema emocional puede actuar independientemente del neocórtex. Existen ciertas reacciones y recuerdos emocionales que tienen lugar sin la menor participación cognitiva consciente».
La memoria emocional
Las opiniones inconscientes son recuerdos emocionales que se almacenan en la amígdala. El hipocampo registra los hechos puros, y la amígdala es la encargada de registrar el «clima emocional» que acompaña a estos hechos. Para LeDoux: «el hipocampo es una estructura fundamental para reconocer un rostro como el de su prima, pero es la amígdala la que le agrega el clima emocional de que no parece tenerla en mucha estima». Esto significa que el cerebro dispone de dos sistemas de registro, uno para los hechos ordinarios y otro para los recuerdos con una intensa carga emocional.
Un sistema de alarma anticuado
En el cambiante mundo social, uno de los inconvenientes de este sistema de alarma neuronal es que, con más frecuencia de la deseable, el mensaje de urgencia mandado por la amígdala suele ser obsoleto. La amígdala examina la experiencia presente y la compara con lo que sucedió en el pasado, utilizando un método asociativo, equiparando situaciones por el mero hecho de compartir unos pocos rasgos característicos similares, haciendo reaccionar con respuestas que fueron grabadas mucho tiempo atrás, a veces obsoletas.
En opinión de LeDoux, la interacción entre el niño y sus cuidadores durante los primeros años de vida constituye un auténtico aprendizaje emocional, y es tan poderoso y resulta tan difícil de comprender para el adulto porque está grabado en la amígdala con la tosca impronta no verbal propia de la vida emocional. Lo que explica el desconcierto ante nuestros propios estallidos emocionales es que suelen datar de un período tan temprano que las cosas nos desconcertaban y ni siquiera disponíamos de palabras para comprender lo que sucedía.




Cuando las emociones son rápidas y toscas
La importancia evolutiva de ofrecer una respuesta rápida que permitiera ganar unos milisegundos críticos ante las situaciones peligrosas, es muy probable que salvaran la vida de muchos de nuestros antepasados, porque esa configuración ha quedado impresa en el cerebro de todo protomamifero, incluyendo los humanos. Para LeDoux: «El rudimentario cerebro menor de los mamíferos es el principal cerebro de los no mamíferos, un cerebro que permite una respuesta emocional muy veloz. Pero, aunque veloz, se trata también, al mismo tiempo, de una respuesta muy tosca, porque las células implicadas sólo permiten un procesamiento rápido, pero también impreciso», y estas rudimentarias confusiones emocionales —basadas en sentir antes que en pensar— son las «emociones precognitivas».
El gestor de las emociones
La amígdala prepara una reacción emocional ansiosa e impulsiva, pero otra parte del cerebro se encarga de elaborar una respuesta más adecuada. El regulador cerebral que desconecta los impulsos de la amígdala parece encontrarse en el extremo de una vía nerviosa que va al neocórtex, en el lóbulo prefrontal. El área prefrontal constituye una especie de modulador de las respuestas proporcionadas por la amígdala y otras regiones del sistema límbico, permitiendo la emisión de una respuesta más analítica y proporcionada. El lóbulo prefrontal izquierdo parece formar parte de un circuito que se encarga de desconectar —o atenuar parcialmente— los impulsos emocionales más perturbadores.[]
Vandalismos en forma de pintadas. El vandalismo en wikis es otro ejemplo de actuación con perturbación emocional.

Armonizando emoción y pensamiento
Las conexiones existentes entre la amígdala (y las estructuras límbicas) y el neocórtex constituyen el centro de gestión entre los pensamientos y los sentimientos. Esta vía nerviosa explicaría el motivo por el cual la emoción es fundamental para pensar eficazmente, tomar decisiones inteligentes y permitimos pensar con claridad. La corteza prefrontal es la región cerebral que se encarga de la «memoria de trabajo».
Cuando estamos emocionalmente perturbados, solemos decir que «no podemos pensar bien» y permite explicar por qué la tensión emocional prolongada puede obstaculizar las facultades intelectuales del niño y dificultar así su capacidad de aprendizaje. Los niños impulsivos y ansiosos, a menudo desorganizados y problemáticos, parecen tener un escaso control prefrontal sobre sus impulsos límbicos. Este tipo de niños presenta un elevado riesgo de problemas de fracaso escolar, alcoholismo y delincuencia, pero no tanto porque su potencial intelectual sea bajo sino porque su control sobre su vida emocional se halla severamente restringido.
Las emociones son importantes para el ejercicio de la razón. Entre el sentir y el pensar, la emoción guía nuestras decisiones, trabajando con la mente racional y capacitando —o incapacitando— al pensamiento mismo. Del mismo modo, el cerebro pensante desempeña un papel fundamental en nuestras emociones, exceptuando aquellos momentos en los que las emociones se desbordan y el cerebro emocional asume por completo el control de la situación. En cierto modo, tenemos dos cerebros y dos clases diferentes de inteligencia: la inteligencia racional y la inteligencia emocional y nuestro funcionamiento vital está determinado por ambos.
Daniel Goleman también recoge el pensamiento de numerosos científicos del comportamiento humano que cuestionan el valor de la inteligencia racional como predictor de éxito en las tareas concretas de la vida, en los diversos ámbitos de la familia, los negocios, la toma de decisiones, el desempeño profesional, etc. Citando numerosos estudios Goleman concluye que el Coeficiente Intelectual no es un buen predictor del desempeño exitoso. La inteligencia pura no garantiza un buen manejo de las vicisitudes que se presentan y que es necesario enfrentar para tener éxito en la vida.
La Inteligencia Académica tiene poco que ver con la vida emocional, las personas más inteligentes pueden hundirse en los peligros de pasiones desenfrenadas o impulsos incontrolables. Existen otros factores como la capacidad de motivarse y persistir frente a decepciones, controlar el impulso, regular el humor, evitar que los trastornos disminuyan la capacidad de pensar, mostrar empatía, etc., que constituyen un tipo de Inteligencia distinta a la Racional y que influyen más significativamente en el desempeño en la vida.
El concepto de "Inteligencia Emocional" enfatiza el papel preponderante que ejercen las emociones dentro del funcionamiento psicológico de una persona cuando ésta se ve enfrentada a momentos difíciles y tareas importantes: los peligros, las pérdidas dolorosas, la persistencia hacia una meta a pesar de los fracasos, el enfrentar riesgos, los conflictos con un compañero en el trabajo. En todas estas situaciones hay una involucración emocional que puede resultar en una acción que culmine de modo exitoso o bien interferir negativamente en el desempeño final. Cada emoción ofrece una disposición definida a la acción, de manera que el repertorio emocional de la persona y su forma de operar influirá decisivamente en el éxito o fracaso que obtenga en las tareas que emprenda.
Este conjunto de habilidades de carácter socio-emocional es lo que Goleman definió como Inteligencia Emocional. Esta puede dividirse en dos áreas:
Inteligencia Intra-personal: Capacidad de formar un modelo realista y preciso de uno mismo, teniendo acceso a los propios sentimientos, y usarlos como guías en la conducta.
Inteligencia Inter-personal: Capacidad de comprender a los demás; qué los motiva, cómo operan, cómo relacionarse adecuadamente. Capacidad de reconocer y reaccionar ante el humor, el temperamento y las emociones de los otros.

La naturaleza de la inteligencia emocional

Las características de la llamada inteligencia emocional son: la capacidad de motivarnos a nosotros mismos, de perseverar en el empeño a pesar de las posibles frustraciones, de controlar los impulsos, de diferir las gratificaciones, de regular nuestros propios estados de ánimo, de evitar que la angustia interfiera con nuestras facultades racionales y la capacidad de empatizar y confiar en los demás.
Medición de la inteligencia emocional y el CI
No existe un test capaz de determinar el «grado de inteligencia emocional», a diferencia de lo que ocurre con los test que miden el cociente intelectual (CI). Jack Block, psicólogo de la universidad de Berkeley, ha utilizado una medida similar a la inteligencia emocional que él denomina «capacidad adaptativa del ego», estableciendo dos tipos teóricamente puros, aunque los rasgos más sobresalientes difieren ligeramente entre mujeres y hombres.
«Los hombres que poseen una elevada inteligencia emocional suelen ser socialmente equilibrados, extrovertidos, alegres, poco predispuestos a la timidez y a rumiar sus preocupaciones. Demuestran estar dotados de una notable capacidad para comprometerse con las causas y las personas, suelen adoptar responsabilidades, mantienen una visión ética de la vida y son afables y cariñosos en sus relaciones. Su vida emocional es rica y apropiada; se sienten, en suma, a gusto consigo mismos, con sus semejantes y con el universo social en el que viven».
«Las mujeres emocionalmente inteligentes tienden a ser enérgicas y a expresar sus sentimientos sin ambages, tienen una visión positiva de sí mismas y para ellas la vida siempre tiene un sentido. Al igual que ocurre con los hombres, suelen ser abiertas y sociables, expresan sus sentimientos adecuadamente (en lugar de entregarse a arranques emocionales de los que posteriormente tengan que lamentarse) y soportan bien la tensión. Su equilibrio social les permite hacer rápidamente nuevas amistades; se sienten lo bastante a gusto consigo mismas como para mostrarse alegres, espontáneas y abiertas a las experiencias sensuales. Y, a diferencia de lo que ocurre con el tipo puro de mujer con un elevado CI, raramente se sienten ansiosas, culpables o se ahogan en sus preocupaciones».
«Los hombres con un elevado CI se caracterizan por una amplia gama de intereses y habilidades intelectuales y suelen ser ambiciosos, productivos, predecibles, tenaces y poco dados a reparar en sus propias necesidades. Tienden a ser críticos, condescendientes, aprensivos, inhibidos, a sentirse incómodos con la sexualidad y las experiencias sensoriales en general y son poco expresivos, distantes y emocionalmente fríos y tranquilos».
«La mujer con un elevado CI manifiesta una previsible confianza intelectual, es capaz de expresar claramente sus pensamientos, valora las cuestiones teóricas y presenta un amplio abanico de intereses estéticos e intelectuales. También tiende a ser introspectiva, predispuesta a la ansiedad, a la preocupación y la culpabilidad, y se muestra poco dispuesta a expresar públicamente su enfado (aunque pueda expresarlo de un modo indirecto)».
Estos retratos, obviamente, resultan caricaturescos pues toda persona es el resultado de la combinación entre el CI y la inteligencia emocional, en distintas proporciones, pero ofrecen una visión muy instructiva del tipo de aptitudes específicas que ambas dimensiones pueden aportar al conjunto de cualidades que constituye una persona.

martes, 26 de abril de 2011

TRATAMIENTOS PSICOLÓGICOS: DESHABITUACION PSICOLOGICA , MODIFICACION DE ESTILO DE VIDA

Psicoterapias cognitivas-conductuales: (Greenwood, 1985; Echeburúa, 1988)
  1. Empleo de la reestructuración cognitiva para: manejar la baja tolerancia a la frustración, las ideas de indefensión y la autocondena/culpa. Información sobre el alcoholismo y enseñanza de identificación y manejo de cogniciones disfuncionales
  2. Empleo de técnicas basadas en el condicionamiento clásico: aversión química y sensibilización encubierta
  3. Empleo de técnicas operantes: programas de autorrefuerzos por éxitos graduales, uso del refuerzo social selectivo por familiares y amigos
  4. Empleo de técnicas de autocontrol : Identificar situaciones de riesgos y aprender a evitarlas o afrontarlas, identificar secuencias de cadenas de conductas hacia el consumo y romperla por los primeros eslabones, dramatización mediante juego de papeles en un formato de terapia grupal o individual de situaciones de riesgo y ensayo de alternativas
  5. Empleo de entrenamiento de habilidades sociales en un contexto individual o de terapia de grupo: Entrenamiento de relajación, habilidades sociales y aserción en un contexto que simula situaciones reales o posibles.
Psicoterapias dinámicas:
  1. Psicoterapia de apoyo: Gratificar las necesidades, de dependencia de manera gradual, ante situaciones de tensión. Facilitar la expresión de emociones, facilitar la toma de conciencia del problema y apoyar defensas neuróticas más adaptativas; así como consejos para paciente/entorno si es necesario.
  2. Psicoterapia breve psicodinámica (Malan, Strupp, etc): Delimitar un foco de conflicto inconsciente, evitar la dependencia, y uso de la relación transferencial para producir una experiencia emocional correctora
  3. Psicoterapia grupal dinámica: Se facilita la expresión libre de conflictos y su resolución en una línea similar a la terapia cognitiva-conductual de grupo, aunque es menos directiva que aquella para evitar la posible dependencia del grupo o terapeuta
Psicoterapias interpersonales:
  1. Terapia familiar: Habitualmente parte de la teoría sistémica del funcionamiento del síntoma y su función en la familia. Dependiendo del marco teórico de evalúa los subsistemas, la comunicación de mensajes, las soluciones intentadas o el momento evolutivo de la familia; y se diseñan intervenciones al respecto. En este enfoque cabe destacar el diagnóstico del tipo de familia drogodependiente (Ausloos, Cancrini..), las intervenciones interaccionales (Fisch, Watlawick..), las estructurales (Minuchin ) o las de la escuela de Milán (Selvini-Palazzoli)
  2. Grupos de apoyo o de autoayuda: El más representativo son las Asociaciones de Alcohólicos Rehabilitados. Generalmente trabajan en un contexto grupal y en el manejo de situaciones de riesgo.

lunes, 25 de abril de 2011

PUBLICIDAD Y ALCOHOL

http://www.eucam.info/eucam/home/trends_in_alcohol_marketing.html
Es interesante ver el cómo la industria del alcohol innovar sus productos y estrategias de marketing para renovar sus marcas. Es importante que las ONG y los organismos gubernamentales son conscientes de estas tendencias para examinar si la normativa vigente (todavía) proteger a los grupos vulnerables contra las prácticas de comercialización de alcohol.

lunes, 18 de abril de 2011

ADICCIÓN A INTERNET

http://www.psicologia-online.com/colaboradores/nacho/ainternet.htm
Es un artículo interesante que nos puede aportar conocimiento y maniobra de acción frente al problema. En él podeis encontrar la referencia de su autor.

viernes, 8 de abril de 2011

El consumo excesivo de cerveza y la genética pueden elevar el riesgo de cáncer de estómago

http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/news/fullstory_110663.html

Os dejo este enlace que me parece cuanto menos interesante no sólo como avance médico fundamentalmente, sino también como reflexión en cuanto a los consumos abusivos de esta sustancia.

jueves, 27 de enero de 2011

VIII Congreso Técnico sobre Adicciones. Hacia una Transformación Social. Nuevas Adicciones

VIII CONGRESO TÉCNICO SOBRE ADICCIONES

Hacía una transformación social
Nuevas Adicciones

Madrid, 12, 13 y 14 de Mayo de 2011


JUEVES, día 12


10,30 – 11,30 horas     Entrega de Documentación         
11,30 – 12,30 horas     Inauguración Oficial a cargo de las autoridades invitadas
12,30 – 13,00 horas     Descanso y Coffee Break
13,00 – 14,30 horas    Conferencia Inaugural
                                    “Evolución social de las adicciones”
D. Javier Elzo Imaz. Catedrático Emérito de Sociología. Universidad de Deusto.
16,30 – 18,00 horas    Conferencia      
                                    “Ciberadicciones: nuevas tecnologías, nuevas adicciones a Internet y a Redes Sociales”
                                    D. Juan Manuel Romero Martín. Fundador de Adicciones Digitales.
18,00 – 18,30 horas     Descanso
18,30 – 21,00 horas     Talleres
“Intervención en la cultura de las adicciones”
                                    D. David Saavedra Pino. Trabajador Social. Técnico de Prevención de Drogodependencias.
“La necesidad de una respuesta desde la escuela: el cine como recurso”
Dña. Encarna Bas Peña. Doctora en Ciencias de la Educación. Profesora de la Universidad de Murcia.

VIERNES, día 13


10,00 – 11,30 horas     Conferencia
                                    “La cultura de las adicciones. FIAFB: hacia un modelo integrado” 
                                    D. Justo Aliseda Miranda. Director General FIAFB. Master en Drogodependencias y SIDA.
                                    D. Cristóbal Gangoso Aragón. Médico y Psicólogo. Especialista en Adicciones.
                                    D. Antonio García Patiño. Coordinador General Técnico FIAFB. Psicólogo. Master en Drogodependencias.


11,30 – 12,00 horas     Descanso y Coffee Break
12,00 – 13,30 horas     Conferencia
“Una respuesta a la adicción. La aplicación del Hipnosis Clínica”
D. Héctor González Ordi. Doctor en Psicología. Profesor de la Universidad Complutense de Madrid.
13,00 – 14,30 horas    Foro Abierto
                                    “Adicción y emociones. Adicciones emocionales ó la emoción como mediador”    
D. Cristóbal Gangoso Aragón. Médico y Psicólogo. Especialista en Adicciones.
17,00 – 20,00 horas    Talleres
“Grupos Sociales y Adicciones. ¿Hay Evidencia de la relación?”
                                    D. Álvaro Olivar Arroyo. Diplomado en Educación Social. Profesor Técnico de Servicios a la Comunidad.
“Medios de comunicación y marketing. La influencia en el comportamiento”
D. Eduardo Hidalgo Downing. Psicólogo. Experto y Master Universitario en Drogodependencias.

SÁBADO, día 14


10,00 – 11,30 horas     Conferencia
                                    Cooperación Internacional: Argentina
“Repercusión de las adicciones en el mundo laboral”
Dª Ernesto González. Director de CAPLA (Centro Argentino de Prevención Laboral de Adicciones). Doctor en Psicología. Master en Drogodependencias.
11,30 – 12,00 horas     Descanso y Coffee Break
12,00 – 13,30 horas     Conferencia de Clausura
“Análisis del consumo de drogas en el colectivo lésbico, gay, transexual y bisexual y posibles prácticas de riesgo derivadas”
                                    COGAM (Colectivo de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales de Madrid)
D. Jorge Garrido Fuentes. Terapeuta Ocupacional. Coordinador de Apoyo Positivo.
13,30 – 14,00 horas    Clausura

ORGANIZA: FUNDACIÓN FULGENCIO BENÍTEZ
INFORMACIÓN: http://www.fundacion-ia.com/