jueves, 27 de enero de 2011

VIII Congreso Técnico sobre Adicciones. Hacia una Transformación Social. Nuevas Adicciones

VIII CONGRESO TÉCNICO SOBRE ADICCIONES

Hacía una transformación social
Nuevas Adicciones

Madrid, 12, 13 y 14 de Mayo de 2011


JUEVES, día 12


10,30 – 11,30 horas     Entrega de Documentación         
11,30 – 12,30 horas     Inauguración Oficial a cargo de las autoridades invitadas
12,30 – 13,00 horas     Descanso y Coffee Break
13,00 – 14,30 horas    Conferencia Inaugural
                                    “Evolución social de las adicciones”
D. Javier Elzo Imaz. Catedrático Emérito de Sociología. Universidad de Deusto.
16,30 – 18,00 horas    Conferencia      
                                    “Ciberadicciones: nuevas tecnologías, nuevas adicciones a Internet y a Redes Sociales”
                                    D. Juan Manuel Romero Martín. Fundador de Adicciones Digitales.
18,00 – 18,30 horas     Descanso
18,30 – 21,00 horas     Talleres
“Intervención en la cultura de las adicciones”
                                    D. David Saavedra Pino. Trabajador Social. Técnico de Prevención de Drogodependencias.
“La necesidad de una respuesta desde la escuela: el cine como recurso”
Dña. Encarna Bas Peña. Doctora en Ciencias de la Educación. Profesora de la Universidad de Murcia.

VIERNES, día 13


10,00 – 11,30 horas     Conferencia
                                    “La cultura de las adicciones. FIAFB: hacia un modelo integrado” 
                                    D. Justo Aliseda Miranda. Director General FIAFB. Master en Drogodependencias y SIDA.
                                    D. Cristóbal Gangoso Aragón. Médico y Psicólogo. Especialista en Adicciones.
                                    D. Antonio García Patiño. Coordinador General Técnico FIAFB. Psicólogo. Master en Drogodependencias.


11,30 – 12,00 horas     Descanso y Coffee Break
12,00 – 13,30 horas     Conferencia
“Una respuesta a la adicción. La aplicación del Hipnosis Clínica”
D. Héctor González Ordi. Doctor en Psicología. Profesor de la Universidad Complutense de Madrid.
13,00 – 14,30 horas    Foro Abierto
                                    “Adicción y emociones. Adicciones emocionales ó la emoción como mediador”    
D. Cristóbal Gangoso Aragón. Médico y Psicólogo. Especialista en Adicciones.
17,00 – 20,00 horas    Talleres
“Grupos Sociales y Adicciones. ¿Hay Evidencia de la relación?”
                                    D. Álvaro Olivar Arroyo. Diplomado en Educación Social. Profesor Técnico de Servicios a la Comunidad.
“Medios de comunicación y marketing. La influencia en el comportamiento”
D. Eduardo Hidalgo Downing. Psicólogo. Experto y Master Universitario en Drogodependencias.

SÁBADO, día 14


10,00 – 11,30 horas     Conferencia
                                    Cooperación Internacional: Argentina
“Repercusión de las adicciones en el mundo laboral”
Dª Ernesto González. Director de CAPLA (Centro Argentino de Prevención Laboral de Adicciones). Doctor en Psicología. Master en Drogodependencias.
11,30 – 12,00 horas     Descanso y Coffee Break
12,00 – 13,30 horas     Conferencia de Clausura
“Análisis del consumo de drogas en el colectivo lésbico, gay, transexual y bisexual y posibles prácticas de riesgo derivadas”
                                    COGAM (Colectivo de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales de Madrid)
D. Jorge Garrido Fuentes. Terapeuta Ocupacional. Coordinador de Apoyo Positivo.
13,30 – 14,00 horas    Clausura

ORGANIZA: FUNDACIÓN FULGENCIO BENÍTEZ
INFORMACIÓN: http://www.fundacion-ia.com/

miércoles, 12 de enero de 2011

Mujer y Alcohol

… SOBRE MUJER Y ALCOHOL

Con el paso de los años, la sociedad ha evolucionado en todos sus aspectos y con ella las personas que se relacionan entre sí. Dicha evolución no deja impasible al campo de las drogodependencias, siendo causa y efecto al mismo tiempo; es decir, en muchas ocasiones, los cambios que emergen son factores de riesgo de consumo de sustancias para aquellas personas vulnerables y de la misma manera el consumo de sustancias influye de forma directa en la sociedad en la que vivimos.

            Este hecho descrito no es una excepción en el caso de la mujer. Por todos es sabido que las diferencias de género vienen de antiguo, y aún en los tiempos actuales, en algunas culturas las mujeres continúan privadas de sus derechos y libertades.

            El avance social que comentamos ha provocado que la mujer consiga, muy poco a poco, igualar sus derechos a los de los hombres. De la misma manera, se ha incorporado a la vida y patrones establecidos, desde antaño para el sexo masculino, véase el ámbito laboral, las relaciones sociales, los consumos de alcohol y tabaco…etc. situándose en este último campo casi a la cabeza. Sin embargo, los estigmas y valores más arcaicos y costumbristas se siguen manteniendo por un amplio sector de la población, provocando diferencias sociales aparentemente insalvables.

            Estas diferencias sociales a las que hacemos referencia se dan de forma generalizada y de forma particular se acrecienta cuando una mujer es consumidora de sustancias, concretamente si hablamos de alcohol.

            Debido a las diferencias de género a nivel social, parece claro que una conducta tan socializada en nuestro país como es el consumo de alcohol, venga acompañada de indiscutibles diferencias en el modo en que se produce dicho consumo y las consecuencias psico-sociales que se desprenden.

            Si aludimos a nivel físico, queda demostrado que aun en cantidades pequeñas, el alcohol afecta a las mujeres de manera diferente que a los hombres, por una sencilla razón, el organismo y estructura femenina no es igual que el del hombre. Cuando el alcohol pasa por el aparato digestivo se diluye en el agua del cuerpo, absorbiendo gran parte de ella. Cuanta más agua tenga dicho organismo más se diluirá el alcohol. En el caso de la mujer, la complexión es menor a la del hombre teniendo menos cantidad de agua, de ahí que la sustancia afecte más y más rápido a los órganos femeninos.

            Por todo lo expuesto y por los conocimientos previos y necesarios de los que partimos, es decir, entender el alcoholismo como enfermedad y dar un carácter bio-psico-social a dicha enfermedad, al igual que a otra drogodependencia, parece fundamentada la necesidad de dedicar un apartado al alcoholismo en la mujer por las diferencias mencionadas, y por ende, por las diferencias en cuanto a tratamiento de dicha enfermedad con respecto a los varones.

Siguiendo a Ettorre, 1.998, en su libro Mujeres y Alcohol, encontramos una cita que resume esta argumentación: “A las mujeres que somos alcohólicas, muy a menudo, se nos pone entre la espada y la pared. Si bebemos se nos ve como personas débiles emocionalmente, pero cuando lo dejamos, muchas empezamos a hacernos fuertes, desarrollamos nuestra fuerza como mujeres. Pero una mujer fuerte no se ajusta a la norma. Por eso, a menudo, en la recuperación nos encontramos como cuando empezamos, con una etiqueta negativa. Esta etiqueta ya no es la de mujer alcohólica, sino la de mujer fuerte”.

Es obligado decir que existen pocos estudios validados sobre alcohol y mujer en España, sin embargo encontramos datos del Plan Nacional sobre Drogas y del Observatorio Español sobre Drogas del 2003 en estudio realizado en mujeres de 15 a 65 años sobre el consumo de alcohol; de este estudio se desprende que:

* A pesar de haber un menor consumo de alcohol entre mujeres de 40 a 65 años, ha habido un aumento en estos últimos cuatro años.
* El consumo que experimenta un mayor aumento es el producido en las mujeres de 25 a 29 años.
* En general las mujeres se inician en el consumo después que los hombres, sin embargo se aprecia un inicio de consumo cada vez más joven (en hombres 16 años y en mujeres 17, 5 años).

            Por otro lado, el primer estudio sobre consumo de drogas femenino que se realizó en España por EDIS en el 2000 y publicado por el Instituto de la Mujer concluyó que:

* Las mujeres que están en edad escolar aumentaron la prevalencia de consumo.
* El tramo de edad de consumo de alcohol más alto se registró en las mujeres de 19 a 24 años mientras que las que el menor consumo se encontró en edades de más de 55 años.
* Se encontró que las bebidas más consumidas fueron cerveza y vino.

Este mismo estudio elaboró un perfil de bebedoras abusivas (más de 8 UBES) que a grandes rasgos podemos resumir de la siguiente manera: mujeres de Madrid, Costa Mediterránea y Sur de España entre las más bebedoras, de entre 14 y 34 años, solteras, separadas o divorciadas, de estudios medios/altos, activas económicamente, no creyentes y creyentes no católicas y de ideas de centro e izquierda.

CARACTERÍSTICAS BIO-PSICO-SOCIALES DEL ALCOHOLISMO FEMENINO

Según el Instituto Nacional sobre el Abuso de Alcohol y Alcoholismo de Estados Unidos, a largo plazo, las mujeres desarrollan enfermedades relacionadas con el alcohol más rápidamente, y con menor cantidad de alcohol, que los hombres.

Entre algunos de los problemas de salud específicos se incluye:

1.       Hepatopatía por alcohol: las mujeres son más propensas que los hombres a desarrollar hepatitis alcohólica.

2.       Enfermedad cerebral: las mujeres son más vulnerables que los hombres a los daños cerebrales causados por el consumo de alcohol.

3.       Cáncer: muchos estudios informan que el consumo excesivo de alcohol aumenta el riesgo de contraer cáncer de mama.

4.       Enfermedad coronaria: entre las personas que beben en exceso, tanto los hombres como las mujeres tienen incidencias similares de enfermedad cardiovascular, aun cuando las mujeres, a lo largo de la vida, consumen menos alcohol que los hombres.

A estas características físicas debemos añadir las psicológicas, no menos importantes, dichas consecuencias, en la mayoría de los casos son el producto de antecedentes concretos, según F. Montero, en estudio realizado para la Consejería para la Igualdad y Bienestar Social de la Junta de Andalucía en 2005:

n       Aparece una elevada incidencia de malos tratos familiares en la infancia entre las mujeres alcohólicas, en contraste con las mujeres no dependientes de alcohol.

n       Se encuentra una importante presencia de mujeres alcohólicas que conviven o han convivido con pareja alcohólica, a diferencia de las mujeres no dependientes.

n       El porcentaje de abusos sexuales en la infancia o adolescencia es mayor entre las mujeres dependientes de alcohol, que en las que no padecen dicho trastorno.

n       La presencia de ideación suicida entre las mujeres del grupo de alcohólicas es considerablemente más elevada, en contraposición a las mujeres que no dependen del alcohol.

La mujer alcohólica presenta una marcada “desvitalización” y mayor apatía que los varones, así como muy bajo autoconcepto. Según Blanco Zamora, P. (2004) se encuentra en el caso de la mujer, una bidependencia o dependencia emocional añadida que repercute de forma negativa en el pronóstico del tratamiento.

La comormobilidad más frecuente en las mujeres consumidoras de alcohol son los trastornos del estado de ánimo y los trastornos de ansiedad. Estos trastornos “favorecen”, en algunos casos, la automedicación de psicofármacos, llevando a algunas alcohólicas a una doble dependencia de sustancias.

Según A.M. Möller-Leimküler y colaboradores en el artículo “Dependencia del alcohol y orientación del rol de Género” concluyen que las mujeres alcohólicas presentan mayor sufrimiento, mayor ansiedad social, mayor depresividad y mayor índice en poca seguridad que los hombres. Conforme a estos hallazgos, los trastornos de personalidad se asocian significativamente con el autoconcepto femenino.

A nivel social podemos hablar fundamentalmente de la relación y la influencia del grupo familiar, aunque también de las relaciones establecidas con los distintos grupos sociales y con la sociedad en general, siendo este último punto uno de los más difíciles de atajar, debido a como describíamos en el primer punto, vivimos aún con demasiados prejuicios de género y en este caso el alcoholismo es un agravante que se ve como un “vicio” y/o etiquetando a la mujer como “mujer de la calle”. A estos prejuicios añadimos los problemas de autoeficacia para enfrentarse al mundo.

En el caso de la familia, nos encontramos que la mayoría de mujeres acuden solas a tratamiento por diversos motivos que enumeramos más abajo, este hecho las hace partir con una seria desventaja y producir uno de los grandes males de estas mujeres, el sentimiento de soledad.

Se podrían diferenciar dos tipos de soledades, una la producida por el alcohol en sí mismo, que viene a ser “aislamiento”, y otra soledad en la recuperación por no tener la ayuda del familiar; aunque esta carencia puede ser superada por los compañeros/as que con los que comparte tratamiento. También durante el tratamiento, experimentan un cambio en este sentimiento, el hecho de no estar acompañadas le va haciendo sentirse más libres.

En el caso de que las pacientes lleguen acompañadas, el apoyo familiar debe fundamentarse en entender la enfermedad alcohólica, aceptarla como tal y asumir el papel familiar dentro de la enfermedad y recibir ayuda para una recuperación conjunta.